“..Soy un hombre salvaje y no comprendo ninguna
otra forma de actuar. Vi un millar de búfalos pudriéndose en la
planicie, abandonados por el hombre blanco que los abatió desde un tren
al pasar. Yo soy un hombre salvaje y no comprendo cómo es que el caballo
humeante de hierro puede ser más importante que el búfalo, que nosotros
sacrificamos solamente para sobrevivir. ¿Qué es el hombre sin los
animales? Si todos los animales se fuesen, el hombre moriría de una gran
soledad de espíritu, pues lo que ocurra con los animales en breve
ocurrirá a los hombres. Hay una unión en todo. Ustedes deben enseñar a
sus niños que el suelo bajo sus pies es la ceniza de sus abuelos. Para
que respeten la tierra, digan a sus hijos que ella fue enriquecida con
las vidas de nuestro pueblo. Enseñen a sus niños lo que enseñamos a los
nuestros, que la tierra es nuestra madre. Todo lo que le ocurra a la
tierra, les ocurrirá a los hijos de la tierra. Si los hombres escupen en
el suelo, están escupiendo en sí mismos. Esto es lo que sabemos: la
tierra no pertenece al hombre; es el hombre el que pertenece a la
tierra. Esto es lo que sabemos: todas las cosas están relacionadas como
la sangre que une una familia. Hay una unión en todo. Lo que ocurra con
la tierra recaerá sobre los hijos de la tierra. El hombre no tejió el
tejido de la vida; él es simplemente uno de sus hilos. Todo lo que
hiciere al tejido, lo hará a sí mismo…” Parte de la Carta del Jefe Seattle de la tribu Suwamish al presidente de los Estados Unidos en 1855.
Las culturas indígenas de las Américas, eran una de
las más sabias que quedaban sobre el planeta, pues representaban los
últimos vestigios del conocimiento y sabiduría hiperbórea. Su
persecución, asedio y destrucción respondió a un plan diseñado por los
seguidores de la Cábala, para sacar del medio a la línea hiperbórea del
escenario occidental, pues no tendrían pleno dominio, si ésta seguía
existiendo. La jerarquía de la Cábala se basa en la jerarquización
piramidal de los egos por capacidades y poder, “la vida por evolución y
selección natural, de la supervivencia del más apto, de Darwin”, y la
jerarquía hiperbórea se basaba en la jerarquización esférica de los
Seres, por responsabilidad y consciencia, “la generación espontánea de
la vida, y la tendencia innata a la perfección, de Lamarck”.
La correcta interpretación de la jerarquía por
consciencia, permite que las líneas evolutivas cohabiten de forma
intuitiva y natural, logrando una interacción entre Seres y no entre
avatares. Todo avatar 3D tiene alma, puede que tenga o no espíritu,
mayor o menor inteligencia, de jerarquías g2, g3, g4, g5, g6, o g7, pero
absolutamente todos, tienen como requisito excluyente para su
existencia, Seres como inquilinos o como navegantes. Ningún habitante
natural en Gea o alrededores carece de Ser, y si éste tiene alguna
interacción con su avatar o con el avatar de otro, entonces tiene
espíritu. El espíritu como cuerpo de enlace es el encargado de mantener
la interfaz abierta, entre avatar y Ser, por tal motivo los indígenas se
referían al espíritu de los animales, pues podríamos decir que un
animal tiene o no espíritu colectivo según la intención de la jerarquía
inmediatamente superior tenga hacia él, o sea, que la creación del
espíritu de un animal es directamente proporcional a la intención
inicial y necesidad que tenga una jerarquía superior por consciencia, de
tener una conexión con el Ser de un animal, o de cualquier otra línea
evolutiva como una planta o una piedra.
Para entender esto primero es necesario comprender
como es creado un espíritu, como este tema es realmente largo y
complicado como para desarrollarlo en este artículo, diré como resumen o
característica principal, que la formación del cuerpo de enlace
espíritu está íntimamente ligado al grado de conciencia que se tenga del
entorno. Ningún avatar puede tener espíritu si no respeta su entorno,
la posesión del espíritu implica el respeto total hacia toda línea
evolutiva, y aquí la delgada línea entre realidad y estupidez, pues
respeto no es sinónimo de adoración o falso amor. No se respeta a los
animales no comiendo su carne, o con una inservible sociedad protectora
de animales que sólo protege demagógicamente, se respeta siendo
conscientes de ellos como parte de nosotros, pues su carne nos alimenta y
su presencia nos acompaña y regocija. Ahora veamos cómo es la
interrelación entre líneas evolutivas para luego comprender
verdaderamente el rol jerárquico.
Para Gea la vida consciente del planeta forma su
espíritu, pues a través de la consciencia colectiva del Ser, el planeta
se relaciona con su SER (Kumar). De la misma manera el alma de los
animales, plantas y minerales forman nuestro espíritu colectivo, pues a
través de la conciencia hacia ellas (las almas de los sujetos y objetos)
se forma nuestro espíritu colectivo, que es la “materia prima” para
formar luego nuestro espíritu particular, que nos conecta con nuestro
Ser (Lux-fero) el Christo, e igualmente el alma de las plantas y
minerales forman el espíritu colectivo de los animales y el alma de los
minerales, los espíritus colectivos de las plantas. Podríamos resumir el
concepto de formación del espíritu colectivo diciendo, que es
directamente proporcional al cuerpo de enlace alma de todos los Seres de
las líneas evolutivas que forman parte de esta realidad, y a la
intención de la jerarquía que necesita formar el espíritu, sin importar
el grado jerárquico del Ser y del contenedor (como depositario).
De esta manera tenemos dos líneas jerárquicas de
distinto propósito, una línea descendente por necesidad de Jerarquías
para formación del espíritu colectivo, que sería la siguiente:
(Gea→Humano→animales→plantas→minerales), 13-4-3-5-2 y una ascendente de
jerarquías por grados, para el equilibrio de líneas evolutivas, que
sería la siguiente: (mineral g2→animal g3→Lhumanu g4→vegetal g5→Planeta
g13) 2-3-4-5-13. Tanto una como otra están dentro de la línea de
creación del Do, y no respetarlas por ignorancia u omisión hace la
diferencia entre un Lhumanu inconsciente y un Humano consciente, libre y
justo con él mismo y los demás, en el sentido más amplio de la
expresión, convirtiéndose en un Virya g5, g6 o g7 de nuestra línea
evolutiva particular.
Una de las causas de confusión más grandes de esta
información, es la utilización por los seguidores de la nueva era de la
terminología “densidad”, confundiendo los conceptos de dimensiones y
jerarquías de tal manera, que pierden toda lógica y credibilidad.
Densidad es utilizado como característica de espiritualidad, dándole una
escala más o menos densa en materialidad y vibración, a una jerarquía
espiritual de Seres superiores y maestros ascendidos. No existe densidad
en la creación, esta es una percepción de nuestra acotada consciencia y
sentidos, pues todo es finalmente información consciente, compuesta por
consciencia y energía, existen grados de consciencia y percepción de
espacios matriciales, pero no 1ª, 2ª, 3ª…xª, densidades de materia. Un
espacio matricial sea el que fuere, es tan material (denso, para los
nuevaeristas) como lo es éste, y que usted no pueda percibir su
existencia y sus Seres, es cuestión de expansión de consciencia y no de
densidad. Un duende, un guía o un protector existen y son tan sólidos
como usted o como yo aunque no los perciba, y su interacción depende de
sus espíritus y consciencias y no de densidades y falsas jerarquías.
Cuando hablamos de vibración, estamos hablando de excitación cuántica de los vaet (0-) de los Merkabas Primordiales MP que forman la materia, y son estos los que le dan según su carga mayor o menor “materialidad” (luz condensada en su frecuencia más baja)
a esta. Una roca (g2) para usted es inanimada no porque su vibración o
densidad sea muy baja, sino porque su realidad (octava de su universo)
es muy lenta con respecto a la nuestra, de la misma manera usted no
puede percibir un duende (g>x), o las células y procesos químicos de
su cuerpo, porque su realidad es muy rápida. Como la percepción depende
de la expansión de la esfera, a mayor expansión mayor rango de
acotamiento de la percepción entre (g y g) de distintas líneas
evolutivas, “… viendo lo que ya existe pero usted no puede ver y
descartando lo que ve pero no existe.”
“…Aún las rocas, que parecen ser mudas y muertas
ya que se tuestan en sol a lo largo de la costa silenciosa, llenas con
memorias de eventos excitantes conectados con las vidas de mi gente, y
el mismo polvo sobre el cual ustedes se encuentran responde con más amor
a sus pisadas que a las suyas, debido a que ha sido enriquecido por la
sangre de nuestros antepasados, y nuestros pies desnudos son conscientes
del toque simpatético. Nuestros difuntos, bravos, amadas madres,
alegres y felices doncellas, y aún los niños que vivieron aquí y se
regocijaron aquí por una breve estación, amarán estas soledades sombrías
y, durante la caída de la tarde, ellos recibirán a los tenebrosos
espíritus que regresan. Y, cuando el último hombre Rojo haya perecido, y
la memoria de mi tribu se haya convertido en un mito entre el hombre
blanco, estas playas estarán repletas de los muertos invisibles de mi
tribu, y cuando los hijos de sus hijos se crean solos en el campo, la
tienda, el taller, en la carretera, o en el silencio de los bosques sin
senderos, ellos no estarán solos. En toda la tierra no hay lugar
dedicado a la soledad. En la noche, cuando las calles de sus ciudades y
pueblos están silenciosas y ustedes creen que están desiertas, ellas
estarán atestadas con los huéspedes que regresan y que una vez las
llenaban y que todavía aman esta hermosa tierra. El hombre blanco nunca
estará solo. Que él sea justo y trate amablemente a mi gente, porque los
muertos no son impotentes. ¿Muertos, dije? No hay muerte, solamente un
cambio de mundos…” Jefe indio Seattle.
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